Descifrar el código de la confianza: la ciencia al servicio de un arte de la gestión verdaderamente sostenible
- Business Science Institute
- 18 may
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La confianza, tan mencionada en los discursos sobre gestión, sigue sin trabajarse lo suficiente en la práctica real. Se habla de ella como un clima, una expectativa, un factor favorable. Pero muy pocas veces se considera un objetivo que hay que construir, diagnosticar y reforzar. Simon L. Dolan y Kyle Brykman, en Descifrando el código de la confianza, proponen un enfoque exigente de este concepto. Para ellos, la confianza no es cuestión de suerte ni de cultura implícita. Es una competencia que se desarrolla con el tiempo y que compromete la calidad de las relaciones y la solidez de las instituciones.
Una arquitectura relacional que hay que hacer viva
Su propuesta se basa en un modelo sencillo de formular, pero rico en su aplicación. La confianza, explican, se basa en tres dimensiones: la fiabilidad, que se refiere a la capacidad de actuar de manera constante y de cumplir la palabra dada; la solicitud, que expresa la atención sincera hacia los demás; y la armonía, que supone un respeto activo de las normas compartidas. Estos tres elementos, cuando están presentes, permiten construir relaciones duraderas, basadas en una estabilidad percibida y una coherencia global. Cuando falta uno de ellos, es todo el vínculo el que se vuelve frágil.
Este trabajo teórico se complementa con un método estructurado. No se trata simplemente de promover la confianza, sino de permitir que cada uno evalúe su presencia efectiva en su entorno profesional. Se proponen herramientas diseñadas para integrarse en las prácticas de gestión o en la dinámica de equipo. El objetivo nunca es reducir la relación a una puntuación, sino hacer visibles las diferencias, poner palabras a los malentendidos y crear las condiciones para una evolución compartida.
Confianza y autoridad a largo plazo
Una de las principales aportaciones del libro reside en su interpretación del liderazgo. Un responsable no puede basarse de forma duradera únicamente en órdenes u objetivos. Se le juzga por su capacidad para crear un entorno comprensible, dar sentido a las decisiones y ofrecer una forma de continuidad en la acción. Los autores recuerdan que esta autoridad no se improvisa. Se construye, a menudo de forma silenciosa, en los detalles del día a día. Citan figuras que encarnan esta coherencia: Nelson Mandela, que al salir de prisión no optó por la venganza, sino por la reconstrucción paciente de un vínculo colectivo; Jacinda Ardern, cuya claridad, estabilidad de tono y capacidad para afrontar las cosas sin rodeos le han permitido crear una fuerte adhesión, sin manipulaciones ni posturas.
El contraste es evidente con otros ejemplos desarrollados en el libro. Enron y Wells Fargo se analizan aquí no solo como casos de escándalo, sino como ejemplos de lo que ocurre cuando se traiciona metódicamente la confianza. En ambos casos, la presión excesiva por obtener resultados, combinada con la opacidad de los procesos y el ocultamiento de las responsabilidades, condujo a una pérdida generalizada de referencias. Los empleados se vieron atrapados en lógicas contradictorias, en las que los discursos oficiales contradecían las prácticas toleradas. La consecuencia fue una desintegración del vínculo organizativo, incluso antes del colapso jurídico.
Hacer de la confianza una palanca colectiva
Lo que el libro muestra con precisión es que la confianza no es un complemento del alma. Condiciona la calidad de la cooperación, la circulación de la información y la capacidad de resolver problemas juntos. No siempre es espectacular, pero es decisiva. Cuando está presente, fluidifica las relaciones, permite la iniciativa y refuerza la coherencia. Cuando falta, alimenta las resistencias silenciosas, los comportamientos evasivos y acaba minando el compromiso de todos.
En este sentido, Descifrar el código de la confianza no propone un modelo ideal. Proporciona un marco realista, adaptado a las tensiones del terreno, a las complejidades de las organizaciones y a las fragilidades habituales del trabajo colectivo. Permite identificar las palancas concretas con las que las instituciones pueden reforzar este vínculo fundamental sin caer en el control o la estandarización.
Este libro está dirigido a aquellas personas que han comprendido que las organizaciones no se sostienen únicamente por la suma de talentos o la buena definición de las funciones, sino por la calidad del vínculo que las une. No pretende simplificar la complejidad de las relaciones humanas. Ofrece puntos de referencia para abordar los retos, sin ceder a las modas ni a la tecnicidad. Ofrece una vía para una gestión más sólida, más legible y más respetuosa con lo que constituye la fuerza de un colectivo: la posibilidad de confiar en los demás.
(Publicación elaborada con la ayuda de ChatGPT)